El Salón "Ana Inés Acosta" del Concejo Deliberante fue escenario del acto oficial en conmemoración del 215° aniversario de la Revolución de Mayo, una fecha fundamental en la historia argentina que marcó el inicio del camino hacia la independencia.
La ceremonia —que debió realizarse en el interior del edificio debido a las condiciones climáticas— fue presidida por la Viceintendenta y Presidenta del Concejo Deliberante, Mariela Belén Zelarayán, y el Intendente Municipal, Ariel Rojas. Acompañaron el acto las y los concejales Pedro Guzmán, Valeria Ruggieri, Daniel Bazán y Eduardo Gómez, así como funcionarios provinciales y municipales, autoridades educativas, estudiantes, docentes, vecinas y vecinos.
En sus palabras, la Viceintendenta y Presidenta del Concejo Deliberante, Mariela Belén Zelarayán, remarcó que el 25 de Mayo de 1810 no fue una simple sustitución de autoridades, sino una verdadera revolución: un grito colectivo de autodeterminación que marcó el inicio de un proyecto de Nación. “No eran héroes de bronce —afirmó—, eran personas comunes que hicieron cosas extraordinarias, impulsadas por un deseo inmenso de justicia, dignidad y soberanía popular”. En un discurso cargado de memoria histórica y compromiso con el presente, destacó la importancia de cuidar los derechos conquistados, de rechazar el individualismo extremo y de mantener viva la solidaridad como valor fundamental para el desarrollo de una Argentina más equitativa e inclusiva. Convocó, además, a no resignarse frente a quienes intentan instalar el desencanto y la resignación como única salida. “La Patria —concluyó— no es un logo ni una empresa; es ese lazo invisible que nos une y el futuro que tenemos la responsabilidad de construir, sin dejar a nadie atrás”.
El cierre del acto estuvo a cargo del Ballet Folclórico Municipal, que ofreció una destacada presentación, colmada de emotividad y respeto por nuestras tradiciones. Como corolario de la jornada, se compartieron el tradicional chocolate caliente y las clásicas tortas fritas, propiciando un espacio de encuentro y fraternidad entre las y los presentes.
Una conmemoración signada por la memoria histórica, la reafirmación de nuestra identidad y el compromiso colectivo con los valores fundacionales de nuestra Nación.